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Declaración sobre el Esperantismo (1905)

En 1905, durante el primer congreso de esperanto, celebrado en Boulogne-sur-Mer, Francia, se adoptó la declaración sobre el esperantismo, en la que se definen las causas y objetivos del movimiento esperantista. A la fecha sigue siendo válida, por lo que aquí la damos a conocer en su versión completa.

El esperantismo es el esfuerzo por difundir por todo el mundo el uso de una lengua humana neutral que, sin interferir en la vida interna de los pueblos y sin tener como objetivo acabar con las lenguas nacionales existentes, le dé a las personas de distintas naciones la posibilidad de comprenderse entre sí, que pueda servir de lengua pacificadora de las instituciones públicas de aquellos países en los que diversas nacionalidades se enfrentan entre sí a causa del idioma, y en la que puedan publicarse aquellas obras que tengan igual interés para todos los pueblos. Todo otro ideal o esperanza que cualquier esperantista vincule al esperanto será su asunto puramente privado, del cual no responde el esperantismo.

Ya que en nuestros tiempos ningún investigador del mundo duda del hecho de que una lengua internacional sólo podrá ser una lengua artificial, y ya que todas las numerosísimas pruebas realizadas en el curso de los siglos anteriores representan sólo proyectos teóricos y que la única lengua terminada, probada en todos los ámbitos, perfectamente vívida y capaz en todas las relaciones ha resultado ser una sola, esperanto, los amigos de la idea de una lengua internacional, conscientes de que no conducirán a nada las disputas teóricas y que la meta puede alcanzarse sólo por el trabajo práctico, hace tiempo se han agrupado en torno a una sola lengua, esperanto, y trabajan por su difusión y por el enriquecimiento de su literatura.

Ya que el autor de la lengua esperanto desde un principio renunció para siempre a todo derecho personal y privilegio respecto de ese idioma, esperanto no es “propiedad de nadie”, en términos ni materiales ni morales.

El dueño material de esta lengua es el mundo entero y cualquiera que lo desee puede editar cualquier obra en este idioma o acerca de él, usar la lengua para cualquier objetivo posible. Como dueños espirituales de esta lengua siempre serán consideradas aquellas personas reconocidas por el mundo esperantista como los mejores y más talentosos escritores en este idioma.

El esperanto no cuenta con ningún legislador y no depende de ninguna persona en especial. Todas las opiniones y las obras de su creador, al igual que las opiniones y obras de cualquier otro esperantista, son de carácter personal y no son obligatorias para nadie. El único fundamento de la lengua esperanto, obligatorio para siempre y para todos los esperantistas, es la obra “Fundamento de esperanto”, en la cual nadie tiene derecho de hacer cambios. Si alguien se desvía de las reglas y modelos dados en dicha obra, jamás podrá justificarse diciendo que “así lo desea o aconseja el autor del esperanto”. Cualquier idea, que no pueda ser expresada adecuadamente con el material que se encuentra en el “Fundamento de esperanto”, cualquier esperantista tiene el derecho de expresarla en la manera que considere la más justa, al igual que se hace en cualquier otra lengua. Pero, en aras de la plena unidad de la lengua, a todos los esperantistas se les recomienda imitar en todo lo posible el estilo que se encuentra en las obras del creador del esperanto, que es la persona que más ha trabajado por el esperanto y quien mejor conoce su espíritu.

Se llama esperantista a cualquier persona que sabe y usa la lengua esperanto, sin importar con que fin la utilice. A todos los esperantistas se recomienda pertenecer a una sociedad esperantista activa, pero no es obligatorio.

declaracion_sobre_el_esperantismo.txt · Lastaj ŝanĝoj: 2020/12/16 23:45 de chespa